
Costalero anda como tú sabes,
sin que caiga al costero,
sin que cruja la zambrana,
sin que lo note su bendita madre,
sobre tus pies se apoya
los pilares de tus creencias,
sobre las calles tú pasas
en estación de penitencia.
Tus manos agarradas al madero
ayudando a Jesús como cirineo.
Cada chicota un rezo,
cada revira un verso,
y cada paso...