Quisiera poder dirigirme a todos mis hermanos costaleros sin tener que pensar en todos aquellos que están necesitados, sin techo, marginados o sin ningún familiar con quien pasar estas fiestas, pero desgraciadamente no es posible.
Y lo peor es que no está toda la solución en nuestras manos, pero quizás algo sí podamos hacer, ya que el esfuerzo...