
Todo comenzaba entorno a las 21.45 horas, cuando nuestro capataz hace un llamamiento para que subiéramos a la casa hermandad, una vez allí nombro por trabajadera a las personas que iban a tener la suerte y el privilegio de meterse bajo la Virgen de los Ángeles en su retranqueo.
Una vez nombrado a los costaleros que calzaría el paso repartió...