
Dios lo quiera, que el próximo 13 de abril, Domingo de Ramos, cumpla veinte primaveras bajo sus trabajaderas. Dios lo quiera, que entre Ángeles pueda, disfrutar del compás pausado y de la espera, del hermanamiento, del buen gusto, del andar sobre los pies, del costalero romántico que sabe a lo que va sin buscar el fácil aplauso, del romper...