Nadie sabe la fe que despiertan estos hombres que con su esfuerzo veneran a la Santísima Reina de la Almazara.
Como dicen ellos nunca se empuja, se acaricia y se mima,
como dicen ellos, sobre la dificultad un sacrificio para mecerla, junto al dolor que sufren una alegría y una satisfacción,
y como dicen ellos, junto a un costalero siempre una cuadrilla unida ante la amistad y la devoción.
Con suaves mecidas, no lastiman a quien aportan arriba,
caminando sin apenas hacer ruido, aprietan con un esfuerzo supremo de dolor, alegría y compasión, cierran los ojos y piden al cielo que nos le falte las fuerzas para llegar a la gracia de Dios.
Tres golpes suenan, costalero no te rindas,
sigue el arte que te enviste y que acompaña cada chicotá.
Un a esta es! Hace rendir imagen, crujen las trabajaderas
y gemidos de arte y compasión por el que recuerdas, hace que se muevan tus pies con maestría.
Será inmesa la emoción de saber un trabajo bien hecho con disfrute y admiración,
y su corazón y cabeza solo piensan el gran anhelo y salud para volver a ser al año siguiente costalero.
y su corazón y cabeza solo piensan el gran anhelo y salud para volver a ser al año siguiente costalero.
Unos a otros se van animando porque poco a poco las fuerzas flaquean, el costal ya les va quemando y el sudor es el que mas les saborea Y AÚN ASI SIGUEN SONANDO.
22 Marzo2010