
Malos tiempos corren para las Cofradías- que de hermandad tienen cada vez menos-no solo por la crisis económica y de valores que nos embarga en estos momentos sino por la cada vez mas ruptura de armonía, mas celos, mas enfrentamientos entre Hermanos de la misma o distintas cofradías que por hechos la mayoría de las veces absurdos y fruto del orgullo, el querer ser y la soberbia, apartan al diferente- al que no comulga con las ideas “oficiales”, al que muestra su opinión personal sin tener miedo- a un rincón, negándoles el poder cumplir su promesa en el sitio que siempre han deseado, o desistiendo este de ponerse su costal o su túnica por ser fiel a sus principios y consecuente con sus ideas.
Veo y se me ha corroborado lo que nunca llegue a creer que fuese así, que les tuviera que dar la razón a gente que critica a las Hermandades, La Iglesia , La Religión Cristiana ; no me entraba en la cabeza que gente que se supone que defiende y Ama las mismas cosas se puedan hacer daño unas a otras; no es el camino, no es, porque sino convertiremos todo en una continua guerra por ser y estar en un determinado sitio en el que los demás queden por debajo nuestra.
Ahora bien, tengo esperanzas en que palabras como hermandad, humildad, compañerismo, afecto, empatía y solidaridad vuelvan a formar parte de las Cofradías, de las juntas de gobierno, de todos nosotros en general; que no nos ciegue el deseo y ansia de poder, de estar en tal o cual cargo, porque como nos dicen las Sagradas Escrituras: “Los últimos serán los primeros”.
16 Febrero 2011