17 de abril de 2013

El columpio de mi vida...


¿Quien no ha jugado a los pasitos cuando era un chiquillo?
Cuantos recuerdos de  esas parihuelas  de retales de maderas, donde ejercíamos  de carpintero, tallista y floristas para terminar con orgullo y como si de un gran paso de misterio se tratara con mas de mil detalles aquellos pasitos.
¿Cuántos momentos vividos e imaginados al cerrar los ojos bajo esas pasitos de madera, llenos de polvo y  repletas de tachuelas? ¿Cuántos?, ¿Cuántas veces he soñando que era costalero por las calles de mi pueblo? ¿Cuántas? o ¿ Cuántas veces  he imaginando que la revira de mi puerta era la de alguna presentación, ya que mi vecina me estaba viendo...?
Recuerdos que siempre perduraran  en mi mente, entre amigos, con el fin de  que cada primavera se vuelva hacer realidad, siempre  a la misma hora pero con un único  cambio, el de mis ojos, que en vez de estar cerrados soñando, estarán abiertos para no perderme ningún segundo de esos maravillosos momentos que estoy viviendo bajo tu paso...

Bendito juego de  niños, 
 de sentirse y hacerse costaleros,
bendito el  juego que concedió Dios,
de hacer pasitos con  amigos
para hoy ser  hombres COSTALEROS
ofreciéndonos como cirineo
bajo tus trabajaderas
entre costales ,fajas y sentimientos.

Pepe coto.



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