•¿Por qué no mueve las bambalinas de los pasos de palio como lo hacía su padre Manolo Santiago?
Entiendo que a la madre de Dios en cualquiera de sus advocaciones hay que llevarla con mucho mimo, con todo el cariño y mucha elegancia para que haga que el público que viene a verla sea capaz de ponerse en contacto y trascender a la gloria que en ese momento tenemos en la tierra por un instante. Creo que todo movimiento estridente, brusco o poco armonioso no facilita este fin ultimo que tiene el sacar las imágenes a la calle. Tenemos que enseñar desde nuestro lugar a ese público que no entra en las Iglesias, pero que en Semana Santa va a ver a Dios y a su madre en las calles de nuestra ciudad, a saber distinguir como deben de ir los pasos.
Esas formas antiguas de levantar los pasos corresponde a una época y a unos estilos que hoy día no tienen sentido. El 'tarila', capataz de finales del siglo XIX y principios del XX, se ponía de rodillas delante de los pasos en la salida para darle más espectáculos, hoy día no tendría sentido.
La emoción no la tiene que transmitir el capataz, la tiene que transmitir el paso con todo lo que le rodea y por mi experiencia y por la gente que así me lo dice creo que la forma en la que llevo los pasos trasmiten esa emoción y esa belleza que tiene nuestra Semana Santa singular.
Antonio Santiago.