Me dirijo a mis queridos hermanos de la Hermandad de la Borriquita para expresaros el orgullo que siento de pertenecer a una cofradía como la nuestra, tras la dura experiencia de no haber podido este año hacer la estación de penitencia del Domingo de Ramos por nuestro entrañable pueblo de Los Palacios.
No puedo olvidar con emoción el momento en que cada hermano, codo a codo, trataba de poner remedio al chaparrón que nadie esperaba. Las lágrimas de nuestros nazarenos, capataces, costaleros, de jóvenes y mayores.
Todos como una piña, para salvar tan mal trago. Nunca podría haberme imaginado cuando hace más de treinta años un grupo de personas nos hicimos cargo de la hermandad, que nuestro trabajo movería tantos corazones. Mi respeto y mi consideración a todos. Y el ánimo de quien os desea una feliz Pascua de Resurrección.
Chelo Mauri
