Fui criada en un barrio muy sevillano, desde chica me inculcaron el sentir y la cultura de la Semana Santa de Sevilla, pasé mi infancia jugando en la puerta del Baratillo, correteando por la iglesia de la Carretería y todos los Domingos de Ramos veía a mi Cristo del Amor salir del Salvador. He vivido muchas cosas en estos 34 años, silencios del Gran Poder, izquierdos de Triana, Señorío de los Gitanos, el corte de respiración del Cristo de Burgos en Sales y Ferrer, el gentío que derrocha San Gonzalo.... Pero ha tenido que ser en Los Palacios, y en concreto, la cuadrilla de Nuestra Señora de Los Ángeles la que me ha pellizcado el alma, la que me ha enseñado el significado de la palabra "HERMANDAD". Ahora te entiendo Cariño, ahora sé porqué nunca quisiste abandonar un Domingo de Ramos en tu pueblo por venir a estar conmigo en la salida de mi hermandad en Sevilla, ahora lo comprendo todo....
Gracias a toda la cuadrilla por mostrarme el sentido de esta Semana, que es Grande aunque donde se viva sea un pueblo pequeño, que es elegante aunque su manto no vaya bordado, que es sentimiento aunque no tenga 2500 nazarenos y que existe una unión en esa cuadrilla que jamás he visto en ningún rincón de Sevilla.
Pero sobre todo GRACIAS por hacernos sentir ayer que formamos parte de esa Hermandad y por dedicar a mi marido esa "levantá" que le hizo estar en las trabajaderas por unos segundos.
¡Y que sigan sonando!