Hay personas que siguen tendencias, individuos que copian y pegan, devotos que clavan sus ojos en lo mas profundo de su corazón, algunos, que ni siquiera ellos saben porque están allí, y esos aficionados que se divierten entre amigos, que echan esos ratos en familia, en las cofradías. Que si sacapasos, que si enfermos del costal, que si ateos, que si... que sí, que sí. ¿Qué hay más bonito que la amistad? Y más, si es en las cofradías, codo con codo, con tu ''familia'', tus ''hermanos'', llevando a tus titulares a lo más alto del cielo. Y es que, a veces pecaremos de seguir lo externo, lo mundano, lo terrenal, y olvidar el carácter divino, lo realmente importante, pero, ¿no es ya, una buena excusa para esto, el ambiente que lo rodea? ¿Hay algo que demuestre más sacrificio y hermandad que ayudar a tu compadre a hacerle la ropa? A veces, los problemas del mundo, vienen de buscar más allá de lo necesario, y tenerlo delante de las narices. No hace falta buscar el sentimiento debajo de los pasos, viene sólo. Y si no viene, es un problema.
Aficionado, afición. Tampoco creo, que nos juguemos el cuello únicamente por pasear nuestros calcetines, o tirantas, por ver nuestra ''pequeña familia'', o por tomarnos un par de cervezas fresquitas. Todo eso lo puedo hacer, sin estar debajo de un paso, así que... ¿algo más habrá, no?
Juzguen ustedes
Articulo: entre varales y costero.
Foto: Costaleros de los Ángeles.
Foto: Costaleros de los Ángeles.