Salida extraordinaria del Señor de los Gitanos de 1981. Estando en el martillo "El Quini" y Alberto el Señor de la Salud realizó una salida extraordinaria en Octubre. Se estrenó completo el genial paso que hoy procesiona, obra de Antonio Martín con tallas de Buiza, que fue donado por un hermano. De regreso a San Román , la hermandad con sentimental criterio, varió el recorrido para pasar por la casa del donante, que estaba enfermo de gravedad. Los costaleros había, ido sin cobrar.
Estando el paso "arriao" en San Juan de la Palma y debido al retraso que se llevaba, el mayordomo se acercó, levantó los faldones y se animó a los costaleros ofreciéndole dinero, por si era necesario. A Alberto, se le vino el mundo encima , porque él se había encargado de buscar y convencer a los hombres en el mercado. En aquella cuadrilla, formaba como costalero Juan Manuel Martín Jiménez, actual capataz de ese paso. Alberto recriminó al instante su actitud a aquel mayordomo y cuando el paso estuvo dentro de San Román, Gallardo fue cesado como capataz.
Como Alberto estaba en su Hermandad, decidió irse de costalero al paso de la Virgen de las Angustias con Pepe Luque , a pesar de no haber trabajado nunca un palio. Alberto estaba temeroso de llevar aquel zanco delantero en la ojiva de la puerta. El capataz le dijo que lo que tenía que hacer era dejar que las patas tocasen el suelo a cada paso que diese , y así no se moverían las bambalinas para los lados , solo hacia adelante. Así se sacaba aquel paso.
Cuando terminó la "corría" , Alberto no se había salido en toda la noche . Estaba exhausto y lo que quería era sentarse y refrescarse. Cuando se fue a salir, notó como desde fuera le ayudaban a levantar el faldón. Agradeció el detalle y cuando reparó en quien le auxiliaba, quedó sorprendido al ver que era el mayordomo. Lo primero que pensó , era que le iba a volver a recriminar alguna cosa. Nada más lejos de la realidad. El miembro de la Junta, para asombro de Gallardo , le dijo que su sitio no estaba bajo los faldones, sino en el martillo de la Virgen.
Fue de ese modo que el año siguiente Alberto mandó el paso de Virgen por primera vez. Quiso Dios que el salir a la plaza de San Román aquel mayordomo, estando enfermo , estuviese viendo la cofradía desde un balcón . Gallardo pidió permiso, le acercó el palio y una vez "arriao" llamó a los costaleros y les pidió una "levantá" por aquel hombre enfermo.
Cuando el martes siguiente Alberto Gallardo llegó a trabajar al mercado, el mayordomo le estaba esperando. Si sorprendido quedó cuando le ofreció el martillo, más aún cuando el repuesto mayordomo, se le acercó y se arrodilló ante él pidiéndole perdón por haberlo quitado del paso del Señor y agradeciéndole el detalle que tuvo. No paraba de decirle que a través de su acción había sanado. Estaba convencido de ello y no paraba de llorar, La lección de vida que habían padecido jamás la olvidaron. Desde entonces, Alberto y aquel hombre fueron grandes amigos.
Estando el paso "arriao" en San Juan de la Palma y debido al retraso que se llevaba, el mayordomo se acercó, levantó los faldones y se animó a los costaleros ofreciéndole dinero, por si era necesario. A Alberto, se le vino el mundo encima , porque él se había encargado de buscar y convencer a los hombres en el mercado. En aquella cuadrilla, formaba como costalero Juan Manuel Martín Jiménez, actual capataz de ese paso. Alberto recriminó al instante su actitud a aquel mayordomo y cuando el paso estuvo dentro de San Román, Gallardo fue cesado como capataz.
Como Alberto estaba en su Hermandad, decidió irse de costalero al paso de la Virgen de las Angustias con Pepe Luque , a pesar de no haber trabajado nunca un palio. Alberto estaba temeroso de llevar aquel zanco delantero en la ojiva de la puerta. El capataz le dijo que lo que tenía que hacer era dejar que las patas tocasen el suelo a cada paso que diese , y así no se moverían las bambalinas para los lados , solo hacia adelante. Así se sacaba aquel paso.
Cuando terminó la "corría" , Alberto no se había salido en toda la noche . Estaba exhausto y lo que quería era sentarse y refrescarse. Cuando se fue a salir, notó como desde fuera le ayudaban a levantar el faldón. Agradeció el detalle y cuando reparó en quien le auxiliaba, quedó sorprendido al ver que era el mayordomo. Lo primero que pensó , era que le iba a volver a recriminar alguna cosa. Nada más lejos de la realidad. El miembro de la Junta, para asombro de Gallardo , le dijo que su sitio no estaba bajo los faldones, sino en el martillo de la Virgen.
Fue de ese modo que el año siguiente Alberto mandó el paso de Virgen por primera vez. Quiso Dios que el salir a la plaza de San Román aquel mayordomo, estando enfermo , estuviese viendo la cofradía desde un balcón . Gallardo pidió permiso, le acercó el palio y una vez "arriao" llamó a los costaleros y les pidió una "levantá" por aquel hombre enfermo.
Cuando el martes siguiente Alberto Gallardo llegó a trabajar al mercado, el mayordomo le estaba esperando. Si sorprendido quedó cuando le ofreció el martillo, más aún cuando el repuesto mayordomo, se le acercó y se arrodilló ante él pidiéndole perdón por haberlo quitado del paso del Señor y agradeciéndole el detalle que tuvo. No paraba de decirle que a través de su acción había sanado. Estaba convencido de ello y no paraba de llorar, La lección de vida que habían padecido jamás la olvidaron. Desde entonces, Alberto y aquel hombre fueron grandes amigos.