Otra hermandad más que establece normas de obligado cumplimiento para sus capataces y costaleros. La junta de gobierno de la Archicofradía del Valle ha aprobado una normativa por la que prohíbe «las dedicatorias públicas durante el discurrir de los pasos», salvo la de la primera levantá del paso en el interior del templo y la última, antes de su entrada de nuevo en la iglesia. «Dichas dos dedicatorias deberán ser conocidas por el fiscal del paso y deberán hacerse de manera discreta y siempre siguiendo el sello y la solemnidad que marca nuestra cofradía», especifica la norma, que añade que «si por cualquier causa sobrevenida, el capataz o la cuadrilla desearan en algún momento hacer una excepción a dicha norma deberán contar antes con el visto bueno y expresa autorización del dioputado mayor de gobierno o en su caso del fiscal del paso». La normativa, aprobada el pasado 1 de noviembre, incide sobre la indumentaria de los costaleros –«pantalón, calcetines y calzado de color negro y camisetra blanca de manga corta–, establece que los ensayos darán comienzo, como muy tarde, dos horas después de la hora de su convocatoria -a riesgo de ser suspendido por el diputado mayor de gobierno o el fiscal de paso- e incluso detalla cómo deben disponerse los miembros del equipo de capataces alrededor de cada paso: «En el frontal de cada paso al mando del mismo estará, salvo fuerza mayor, el capataz titular, pudiendo estar acompañado por un máximo de dos auxiliares. En la trasera de cada paso, realizando sus labores propias dos contraguías y el aguador. Los restantes auxiliares se podrán colocar en las inmediaciones del paso a suficiente distancia y discreción».
El Jueves Santo, día de salida de la hermandad, se conmina a los costaleros a «guardar la misma solemnidad y decoro que el resto de los integrantes de la procesión», debiendo abandonar las inmediaciones de los pasos una vez efectuado el relevo para dirigirse directamente al lugar donde vuelvan a entrar de nuevo en el mismo. Además, la normativa detalla que «deberán respetar y seguir las indicaciones de los celadores de tramo y demás nazarenos y personal encargado de la organización y discurrir de la cofradía». «Si el costalero relevado no tuviera que volver a integrar la cuadrilla más, podrá dirigirse al templo, solo, sin acompañamiento, donde permanecerá hasta que termine la entrada, en todo caso y una vez en el interior se mantendrá la seriedad, respeto y decoro concordante con la Archicofradía y su recogimiento», añade la normativa.