Queridos feligreses y amigos:
Con el deseo de que el NIÑO DIOS os bendiga y acompañe, recibid nuestra felicitación, la de Don Julián y la mía, en estas entrañables Fiestas de Navidad.
Os invito a que no perdáis el sentido cristiano de estas fiestas. La Navidad nos recuerda que a Dios hay que buscarle en la oración y el silencio, pero también en cualquier ser indefenso y débil que necesita de nuestra acogida. Puede estar en las lágrimas de un niño o en la soledad de un anciano. En el rostro de cualquier hermano podemos descubrir la presencia de Dios, de ese Dios que ha querido hacerse NIÑO.
En esto días. nuestra fe nos invita a descubrir el misterio de un niño recién nacido. Hemos de acercarnos a Dios como nos acercamos a un niño: de manera discreta, con palabras sencillas nacidas del corazón.
Amigos feligreses y lectores de Espadaña, os invito a ser solidarios en estos días, ya que algunas personas y familias lo están pasando mal.
