El invitado es el Capataz Sevillano
D. SALVADOR PERALES MARCOS,
capataz con gran trayectoria tras 49 años al mando de cofradias.
Conozcamos un poco mas a fondo a D. Salvador.
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| Salvador Perales Marcos. |
D. Salvador Perales lleva desde los 14 años vinculado al costal y a la trabajadera. De costalero a capataz. Primero con los profesionales y más tarde con los hermanos. Rechi le dio la oportunidad de meterse debajo del paso de misterio de las Tres Caídas de Triana. Igualó en la misma Madrugada porque faltó gente. Ha sufrido la peor desgracia que le puede ocurrir a un capataz, la muerte de un costalero, y tiene el privilegio de ser de los pocos que han tocado el martillo en Triana y la Macarena, 49 años como capataz de cofradías.
Salvador Perales nació en la céntrica calle Hernando Colón, pero desde los tres años es vecino del Cachorro, su cofradía de toda la vida. Después de trabajar dos años con Rechi en la Esperanza de Triana, Perales se fue con Manuel Bejarano. "siete años". Hasta que este se retirara 1970 en el Gran Poder". En 1972, Salvador Dorado El Penitente, le ofrece ir con él en la Macarena. "Manolo Santiago iba en el Señor de la Sentencia, y el acompaño a Salvador en el palio". Perales a tenido el privilegio de tocar el martillo de las dos ESPERANZAS y dice :" Triana es Triana, pero la Macarena es punto y aparte".
El primer paso que mandó solo fue el del Señor de San Roque, en 1976 y cuenta como anécdota que cuando iba a meterlo en la Catedral avisó al Penitente. "Me dijo que lo metiera yo, que cuando él llegara en el palio recogería los cristales. Saqué a un costalero de abajo para que estuviera a mi lado. Me sentía más seguro". Con Salvador Dorado trabajó también en las hermandades de las Penas, los Estudiantes, San Bernardo, los Negritos, el Silencio y el Santo Entierro.
En 1999, Salvador Perales vivió su peor momento como capataz: la muerte del costalero Juan Carlos Montes mientras iba en el paso del Cristo de las Aguas por el Postigo: "Fueron momentos durísimos. Sin duda, lo peor que te puede pasar como capataz".
D. Salvador Perales ve como las principales diferencias que encuentra entre los costaleros y capataces antiguos y los actuales es la manera de llevar los pasos: "Antes cada uno iba de una manera. Los veías venir y sabías si era la gente del Fatiga, de Salvador... ahora van todos igual". La relación entre el capataz y su cuadrilla también ha cambiado sustancialmente: "El capataz era como un padre. No sólo te aportaba un jornal. Te ayudaba con los problemas de la vida". Por esto, Salvador Perales sigue tratando a sus costaleros como si fueran sus propios hijos. Les ayuda en todo lo que necesiten. "Y los tiempos están muy mal".
Salvador Perales nació en la céntrica calle Hernando Colón, pero desde los tres años es vecino del Cachorro, su cofradía de toda la vida. Después de trabajar dos años con Rechi en la Esperanza de Triana, Perales se fue con Manuel Bejarano. "siete años". Hasta que este se retirara 1970 en el Gran Poder". En 1972, Salvador Dorado El Penitente, le ofrece ir con él en la Macarena. "Manolo Santiago iba en el Señor de la Sentencia, y el acompaño a Salvador en el palio". Perales a tenido el privilegio de tocar el martillo de las dos ESPERANZAS y dice :" Triana es Triana, pero la Macarena es punto y aparte".
El primer paso que mandó solo fue el del Señor de San Roque, en 1976 y cuenta como anécdota que cuando iba a meterlo en la Catedral avisó al Penitente. "Me dijo que lo metiera yo, que cuando él llegara en el palio recogería los cristales. Saqué a un costalero de abajo para que estuviera a mi lado. Me sentía más seguro". Con Salvador Dorado trabajó también en las hermandades de las Penas, los Estudiantes, San Bernardo, los Negritos, el Silencio y el Santo Entierro.
En 1999, Salvador Perales vivió su peor momento como capataz: la muerte del costalero Juan Carlos Montes mientras iba en el paso del Cristo de las Aguas por el Postigo: "Fueron momentos durísimos. Sin duda, lo peor que te puede pasar como capataz".
D. Salvador Perales ve como las principales diferencias que encuentra entre los costaleros y capataces antiguos y los actuales es la manera de llevar los pasos: "Antes cada uno iba de una manera. Los veías venir y sabías si era la gente del Fatiga, de Salvador... ahora van todos igual". La relación entre el capataz y su cuadrilla también ha cambiado sustancialmente: "El capataz era como un padre. No sólo te aportaba un jornal. Te ayudaba con los problemas de la vida". Por esto, Salvador Perales sigue tratando a sus costaleros como si fueran sus propios hijos. Les ayuda en todo lo que necesiten. "Y los tiempos están muy mal".
En nuestro pueblo de Los Palacios y Villlafranca hay muchos costaleros que han tenido la suerte de trabajar con Salvador,( J.Galán, J.Antonio "Kundo", Duque,...) poniendo en pie que es una Bellisima persona y que los trataba como si fuera un padre. Seguro que el próximo día 30 disfrutaremos de una gran noche COSTALERA en el ÚLTIMO VARAL. NO FALTES.
Fuentes: Diario de Sevilla.
