Foto: Rivita. |
Que nuestros pies entonen el rezo a nuestra Madre.
Que nuestros pies acaricien las calles
Que nuestros pies sean los que marquen el senderos de su camino
en la tarde noche del Domingo de Ramos palaciego,
como tu Madre marca el sendero de nuestras vidas.
Madre y Virgen de los Ángeles
Que nuestros pies sean el palpitar de tu rostro sereno y de tu palio elegante.