Sevilla en Agosto es un ramillete de luz y
hermosura. En la mañana festiva, de un luminoso 15 de Agosto, la Virgen
de los Reyes tiene capacidad de enamorar a todo un pueblo porque
transmite ante todo amor.
Ella es una suave luz en el amanecer del cielo
Sevillano, que llena de alegría de una forma especial a todo los
presentes en la Plaza que lleva su nombre. Sevilla es consciente de que
su Patrona, es un signo vivo de esperanza porque en Ella triunfa la
humildad, triunfal el bien sobre el mal.
La Virgen de los Reyes en
nuestra ciudad se siente pequeña, humilde, misericordiosa, pacífica,
solidaria, fiel, generosa, madre de la paz.
Ella es madre de los pobres,
de los que no tienen hogar, de los enfermos de sida, de los que están
en residencias abandonados, de las familias destrozadas, de los
desempleados; a todos los llena de esperanza. En estos tiempos de
contrastes, de pesimismos, de excesiva euforia por la fácil utilización
de los bienes materiales, es bueno echar una mirada a la Virgen de los
Reyes, pues Ella al salir por la Puerta de los Palos, a las ocho en
punto de la mañana, se presentará al pueblo de Sevilla como prototipo
del cristianismo ante las miserias de nuestra ciudad, muchas de ellas
por culpa de nuestros gobernantes municipales.
A la Virgen de los
Reyes se le ve como modelo de esposa y madre, como en la familia de
Nazaret; es una firme esperanza para todos los hogares de nuestra
ciudad. La Virgen de los Reyes es signo de unidad entre todos los
sevillanos y Ella nunca estará ausente de nosotros, nos mira con sus
ojos inmensos como solo una madre sabe hacerlo, con su mirada llena de
ternura.
Ella entre repiques de campanas, mirándonos nos dirá a
cada uno de nosotros: A mi Hijo Jesús lo tengo en mi regazo, está
conmigo. Tú, hijo mío de Sevilla,¿ dónde estás…?
ALBERTO ALVAREZ PEREZ .