9 de enero de 2012

¡Llama cuando quiera...!

Con la epifanía de nuestro Señor, los cofrades esperamos ya algo distinto, diferente. Esperamos anciosamente la primera llamada de nuestro capataz, esa carta en la que nos citará para el día de la igualá, ese día esperado en la que para nosotros los costaleros comenzará una larga y corta cuaresma a la vez de  noches de ensayos, convivencia de hermanos costaleros, de aficionados a este mundo del costal, de tertulias cofrades, de pensamientos iguales o casi siempre distintos,...
Pero en realidad tenemos que tener en cuenta lo grande que es nuestro Señor  y su Santa Madre, ya  que son capaces de reunir a  60 hombres o más, cada uno  de una madre y un padre, de distintos pensamientos, de distintas aficiones, de distintos niveles sociales, económicos,... y los iguala con las  trabajaderas  de su Altar Procesional, esa trabajadera que  pone a todos  a un mismo nivel, todos igualado por su séptima vertebra solamente,  todos con una misma misión y sentimiento, el pasear a nuestro Señor Jesucristo y a su Bendita Madre por las calles de nuestro pueblo, recordando su PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN.

  COSTALEROS así hacemos una manifestación de FE  Religiosa, acercándoles y ayudando a que admiren al que dio la vida por nosotros, al que le podrán  pedir  mucho  los que durante un año no son capaces de acordarse ni acercarse  a nuestras imágenes y así  le  puedan rezar a su reencuentro por las calles.

¡Oído Cuadrillas..., que esto esta apunto de comenzar.... ! 
¡ Seamos consientes que somos instrumentos de Dios!


P.Coto.
9 Enero 2011

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