Dios lo quiera, que el próximo 13 de abril, Domingo de Ramos, cumpla veinte primaveras bajo sus trabajaderas. Dios lo quiera, que entre Ángeles pueda, disfrutar del compás pausado y de la espera, del hermanamiento, del buen gusto, del andar sobre los pies, del costalero romántico que sabe a lo que va sin buscar el fácil aplauso, del romper elegante, del costal ajustado, del vestir uniformado, de giros sobre los pies y de mil y una levantás de “Y siguen sonando”.
Esta es mi cuadrilla, de la que estoy enamorado, la que es solidaria, la que por un aguaó va amparada, por dos personas escoltada y respaldada por una familia que dirige nuestros pasos y todos en verdadera cuadrilla vamos iluminados por una joven Virgen que bajo un humilde palio se pasea elegantemente, como cualquier mocita en su Domingo de Ramos.
Ángeles es tu nombre, Virgen María, con la que todos hemos crecido en verdadera cuadrilla. Recordando y recordando, recuerdo aquella Cuaresma de catorce ensayos, del retocar de costales, de igualás interminables, de ágapes de risas y de noches de llantos… pero estas duras Cuaresmas fueron la base de nuestra actual cuadrilla, joven cuadrilla donde tengo el privilegio de poder sentirme su costalero el año entero, dando chicotás por su blog, participando en su bici-peregrinación, teniendo continuas convivencias y, a diferencia de otras cuadrillas, con ella tengo dos estaciones de penitencia: una en la tarde del Domingo de Ramos palaciego bajo sus faldones y trabajaderas y otra a cara descubierta solo llevando su nombre puerta por puerta, transformándome en aguaó de ese gran paso que por desgracia calza la pobreza. Y sepan ustedes que aquí sí que me siento verdadero costalero …
En esta cuadrilla he sentido, he padecido y he revivido momentos privilegiados, como aquellas salidas de la Parroquia Mayor de Santa María la Blanca, o como aquel momento mágico, que con tan solo una frase puesta en mis labios por la Virgen, se obró el milagro de levantar un paso cuando arrastraba los zancos hasta el mismo cielo, siguiendo sonando y sonando todo un recorrido entero…
Y sepan ustedes de lo orgulloso que me siento… cuando:
Llegan a la Almazara
sus costaleros
y todos en cuadrilla
se arrodillan ante tu joven belleza
pues les cautiva tu mirada
de ÁNGELES rodeada
y de Vida eterna.
Ángeles de ojos verdes.
Esperanza nuestra.
Yo te ofrezco mi corazón
bajo las trabajaderas
sintiéndome costalero
junto a esa bendita cuadrilla
que te lleva
y que con dulce caminar
te van mimando,
como te miman tus capataces,
tus contraguías
tus escoltas de honor
y ese aguaó que con su agua bendita
sacia la sed del cansado costalero
de tu bendita cuadrilla.
Cuántas cosas he vivido y sentido
Costaleros de los Ángeles contigo
si cada Domingo de Ramos
me das el privilegio de entrar
bajo la humildad de una Madre,
A JERUSALÉN, CONTIGO.
¡Ay! Virgen de los Ángeles,
si no cabe más corazón
bajo tus trabajaderas
si hasta las mujeres y novias
de tus costaleros
se sienten tus costaleras.
Que sí, Virgen Mía… que sí
que se te nota en esa sonrisa coqueta
que sientes el mimo y la delicadeza
con la que trabajan tus costaleros
bajo tus trabajaderas.
Poco a poco,
¡COSTALEROS!
¡Ole mi gente buena!
Sobre los pies
Elegante sin estridencias,
que parece que no andas
pero avanza de celestiales maneras
pues eres la Gloria de Jerusalén
y el orgullo de las cuadrillas costaleras.
GRACIAS POR VUESTRO APOYO.