SEMBLANZA COFRADE... por Miguel Benitez, número 1 de nuestra Hdad. de la Borriquita.
( Articulo Boletín 2014)
( Articulo Boletín 2014)
A principios de febrero, vino el Hermano Mayor de la “Borriquita” a mi casa y me dijo que escribiera algo sobre la historia y vivencias mías en la Hermandad.
Han pasado unos cuantos de años, desde la creación de nuestra Hermandad, pero recuerdo muy bien como fueron aquellos acontecimientos y como unos cuantos de jóvenes inconscientes del esfuerzo que suponía la creación de una nueva Hermandad, “pero la juventud es poder y poder es querer”, así que os voy a relatar cómo sucedieron los hechos.
En esta pequeña semblanza histórica voy a prescindir de las fechas. Solo quiero contar el espíritu que vivimos este grupo de amigos.
Mi nombre es Miguel Benítez Álvarez, “Miguel el de la Candelaria”. Soy el Hermano número uno de la Hermandad, no por mérito mío, porque este puesto lo podía haber poseído cualquiera de mis amigos, como: Enrique, Nuñez, Emilio, etc., cualquiera de ellos podría haber sido merecedor de él, pero decidieron que sería yo quien ostentara dicho honor. Pero repito, que no es por mi mérito. Quizás fuera mi antorcha la que encendió el fuego en mis amigos y ese fue el detonante.
Para ser fiel a la historia, paso a contaros cómo se gestó y cómo se culmino que una nueva cofradía, bajo la advocación de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén y San Juan de la Palma,procesionara en Los Palacios.
Siempre que iba a la Iglesia y veía a San Juan me daba cierta tristeza, porque ya no procesionaba. Recordaba, cómo siendo niño ese paso, concretamente, tenía una gran participación de los chiquillos, motivado porque pedíamos por las casas flor de jarro para adornar el paso que era pequeño y austero, pero no sé que tenía esa imagen que me gustaba. Así que un día comenté a mis amigos que sería bueno potenciar de nuevo la salida de San Juan. Creo que el Espíritu Santo se valió del “Apóstol querido” de Jesús para que se fraguara la Hermandad de la “Borriquita”.
Nuestra concordancia con el párroco D. Antonio Sánchez Ramírez era muy buena, pues teníamos un pequeño coro que cantábamos en algunas funciones, así que las entradas y salidas de la Iglesia eran para nosotros muy habituales, de forma que con el cura nos unía una amistad, por lo que al proponerle de que saliera San Juan de nuevo no nos causara problemas ya que nuestra relación con él era muy fluida.
Un día, estando en el porche de la Iglesia, hablando con D. Antonio, le propusimos sacar a San Juan. El cura nos escuchó y le pareció bien la idea.
Fue en esa reunión dónde el Espíritu Santo intervino, pues en la conversación surgió el que si se creaba la Hermandad de la “Borriquita” podría procesionar también San Juan. No sé si fue D. Antonio quien habló de ello o alguno de los del grupo que estábamos allí, lo que sí sé es que aquello de crear la Hermandad de la “Borriquita” fue para nosotros una luz que se encendió en el grupo y todos dijimos que sí, que nos comprometíamos a formar la nueva Hermandad. Al párroco le gustó pero nos dijo que había que trabajar mucho, que no era fácil y que el compromiso era grande ya que partíamos de cero. Pero eso no nos hizo cambiar, el solo hecho de pensar que Los Palacios podría tener el Domingo de Ramos su procesión de la “Borriquita” acompañada de San Juan, nos hizo tomar esa idea y llevarla a la práctica, porque era una pena que muchos palaciegos se iban a Utrera, Dos Hermanas y Sevilla a ver la procesión ya que en nuestro pueblo no existía dicha Hermandad.
Esta parte que os cuento es el sueño de la creación de la Hermandad, pero acto seguido vino nuestra realidad. Pensándolo bien, todos estábamos estudiando, dinero teníamos “lo justito para poder ir tirando…” pero para comprar una imagen, eso se salía de nuestro presupuesto, pero ni eso nos echó para detrás. Nos dedicamos a ir por las escuelas captando niños que quisieran ser Hermanos de la “Borriquita”, se hicieron festivales flamencos, se vendieron papeletas de Navidad, fuimos a Sevilla a contratar al “Pali”, que estaba en su momento más alto, hicimos mil cosas para recaudar fondos. También viajamos por varios pueblos de la provincia buscando por las Iglesias dónde había talla de la “Borriquita” para verla y asesorarnos. Todo eso lo hicimos con muchas ganas y alegría porque todos teníamos es mismo espíritu de crear la Hermandad.
Gracia a D. Antonio, el párroco, que nos dijo que comenzáramos a hablar con un escultor que había hecho algunos trabajos en la parroquia, así que nos fuimos a Sevilla a conocerlo y a hablar con él. Nos recibió muy bien y desde el mismo momento que le planteamos el tema nos dijo que sí, que haría la talla. Pero cuando llego la hora de hablar de precio, fue un alivio para nosotros porque nos dijo que podíamos pagar poco a poco. Gracias a esos festivales, la lotería y el incremento de algunos Hermanos, la imagen se pagó con trabajo, pero se pagó. Lo que más me gustaba era ir a la casa del escultor y ver cómo iba tomando forma nuestra idea. Y ver esa evolución nos daba fuerzas para sobrellevar cualquier contratiempo.
No puedo cerrar esta semblanza sin hacer una mención a Fernando González Camacho, nuestro Hermano Mayor. ¿Por qué se eligió a Fernando y no a uno del grupo? La razón estaba en que queríamos que fuera alguien mayor que nosotros. Estuvimos barajando varias personas del pueblo pero el perfil que nosotros queríamos para nuestra Hermandad lo vimos en Fernando. No nos equivocamos, pues los años que estuvo de Hermano Mayor luchó por la Hermandad y nos ayudó, no sólo él, sino toda su familia.
La imagen está ya terminada y todo previsto para que pudieraprocesionar ese año por las calles del pueblo. La expectación era grande en el ambiente cofrade y fuera de él. Digo esto, porque hubo un despliegue de medios, concretamente un programa regional, que se llamaba “Telesur”, retransmitió la salida porque era noticia la creación de una nueva Hermandad. Así que cuando se abrieron las puertas de la Parroquia para salir la “Borriquita” con Jesús y San Juan, que tanto esfuerzo nos había costado, todo desapareció, el cansancio, los miedos, etc. Al ver el porche y las calles de los alrededores lleno de gente, los niños disfrutando y los padres con sus hijos pequeños cogidos en brazos… En fin, como se suele decir, “el pueblo echado a la calle”. Nos miramos los unos a los otros y nos dijimos: “ha merecido la pena el esfuerzo”, porque nuestro pueblo se merecía esta procesión que se funda para la Gloria de Dios, para la Iglesia y para el pueblo. Porque siempre digo y diré, ni los fundadores ni los que vinieran después ni los que vendrán, son dueños de nada, eso es un patrimonio de la Iglesia y para la Iglesia, que irá de generación en generación, y cada Junta de Gobierno, la labor que le tiene que mover siempre es engrandecer la Hermandad, no solo a nivel estético, sino a nivel espiritual, con eucaristías, actos penitenciales y obras de caridad.
Cada Junta tiene su momento de esplendor y su momento de cambio. No es bueno el asentamiento de Hermanos Mayores año tras año, porque la inercia y la frescura la tiene la juventud. Si hay cansancio hay que dar paso siempre, exigiendo que la nueva Junta y su Hermano Mayor, a la cabeza, procesionen con la dignidad que Jesús y su Santa Madre la Virgen, en cualquiera de sus advocaciones, se merecen dentro de la Iglesia o en procesión.
Les doy las gracias a todas las Juntas de Gobierno, desde la primera que la fundó, pasando por las que la secundaron y por la actual. Gracias a aquella semilla que nuestro grupo sembró y que con el riego de vuestro esfuerzo hoy podemos decir que nuestra Hermandad es una Hermandad de dignidad y categoría comparable con cualquiera que procesione en la provincia.
Gracias a todos por vuestro esfuerzo, que sé que también fue y es grande. Que Nuestro Padre Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén, San Juan de la Palma y Nuestra Señora de los Ángeles os colme de salud y bendiciones
Manuel Benítez Álvarez
Hermano Nº 1