Hay tres domingos en el año que brillan mas que los demás y en uno de esos iba de costalero como desde hace ya bastantes años, bajo la Inmaculada Concepción.
En unas de las levantá abrazo con mi mano el zanco izquierdo y en ese momento me percato de una mano pequeña que apoyaba sobre dicho zanco. Tras arriar el paso, abro un poco el faldón y veo como me mira fijamente asombrado la inocencia y la ilusión de un niño, un niño vestido de costalerito. Me dirijo a El y le pregunto su nombre, a lo que me contesta con voz dulce ¡Antonio! y sigo mi conversación con El:
¿Tú quieres ser costalero? Si cuando sea grande…
Y le reitero ¿cuando sea grande nada más? ¿Hoy no? me mira con ojos brillantes, ilusionado y con nerviosismo....
La llamada del capataz corto mi conversación con Antonio , pero agarre su manita con la mía durante la chicotá. Algo me ilumino, seria nuestra Inmacula..., recordándome y ofreciendo un sitio bajo el paso para El, debajo de Ella, donde falto un costalero el mismo día de la salida por indisposición...
Tras arría no dudo un segundo en dirigirme a mis compañeros y decirles: ¡Troncoso, Barrio , Alviro que ya ha llegado el costalero que faltaba.... miarma!¡ ya esta aquí!
Abro el faldón ¡aquí esta, mi amigo Antonio! ¡Costalero de la Inmaculada hoy!
Todos miraron la admiración de Antonio y lo acogieron como lo que era un niño ilusionado y haciendo realidad un sueño. Se encontraba en su sitio más deseado....
Tres toques de martillo y antes de llamar el capataz lo percato del momento. ¡Luismi, que tenemos a un costalero nuevo...! Se asoma al faldón y ve Antonio, al que pregunta: ¿cual es tu nombre miarma...?. Tu atento que te voy a llamar. Acto seguido…
¡Antonio....! A lo q responde con voz temerosa y de nerviosismo. ¡Que…….!……
Tras la llamada y la levanta Antonio nos robo el corazón a todos los allí presente y pensé “Estos son los motivos y las vivencias que te da la Virgen por estar en estos momento con fe bajo ella”.
¿O quien me va a negar que esto no es Fe lo de mi amigo Antonio....?