Hay quien dice del rocío que es mentira y vanidad,
y yo le digo que vaya para saber la verdad...
Así comienzan unas sevillanas muchas veces cantada y mucha otras veces, las más, y utilizadas por muchos llamados así mismos rocieros para justificar a veces cosas que ni ellos mismos hacen o han sentido ó tambien otras, para que personas sin razón y desconociéndolo todo, dejen de juzgar y jugar con y la fe y devoción hacia la Santísima Virgen María.
No me explico:" ¿cómo se puede ser tan devoto de ella, de Maria Santísima? ¿Cómo se puede ser tan amable, sincero, entregado, ilusionado e ilusionante? ¿Cómo una persona con un corazón tan grande, puede engrandecer tanto al tuyo?...y hacerte ver que aun su corazón lo es más grande por que crece con tus alegrías, con la ilusión de los demás, viendo a la gente feliz, disfrutar, aunque para ello abandones todo lo suyo... por que así él tambien es feliz como tu, Señora, Reina y Madre de la Almazara.
Sé y cada día más me lo muestras, que todo lo hace por que lo has elegido tú a él, como fuiste elegida tú para ser la madre del creador.
Lo eliges una y otra vez y siempre aciertas, por eso todo lo que hace tiene el éxito asegurado.
Mirame señora, ¿puedes oírme un momento? Ahora que todo a pasado.
Creo que sabias perfectamente que todo saldría como él dice: DE LUJO, que hasta quisiste que el día comenzara regalándonos una hora más para salir del sueño.
Todos fuimos a tu encuentro, a tu reino en la almazara, a tu humilde molino de amor, con ganas de estar junto a ti para abandonarte una vez más, pero esta vez después de implorarte protección y curiosamente para ir a tu encuentro.
Te pedí en voz de todos, fueses sombra en el calor, calor en nuestros corazones, agua fresca para nuestra sed, sed de amor para el que te necesita cada día pues asimismo no se encuentra y te implora. Que fueras nuestro timón y fuerza para alcanzarte en tu aldea marismeña y como faro nos iluminase la senda. Y lo fuiste, claro que lo fuiste.
Y esta vez no fue él, fueron todos:
Esto ha estado DE LUJO.
A mi tambien me ayudaste y me pusiste dos buenos acompañantes. De uno, me diste la oportunidad, Señora, de poder comprobar que mi hermano, tocayo y colega es copia exacta de él, hasta la hechura. Del otro compañero que decir, pocos son tan rocieros en Los Palacios y tan antiguos en la hermandad como lo es él, que hasta su nombre huele a ti señora, se puede ser más Mariano..."
Ahora permíteme que utilizando los compases y letra de las sevillanas al inicio citada, cambie su letra:
Haber quien dice que el Rocío es mentira y vanidad, yo le digo que para el próximo año coja su bici y que venga a saber la verdad.
Que en el mes de octubre, se levantan un domingo jóvenes de este mi pueblo para tras rezar ponerse en camino a ti señora para de nuevo rezar.
Que vea como sus madres, novias, hijos y mujeres les siguen detrás, que vean las caras de ambos a las puertas del santuario llegar: Alegría, Ojos llenos de ilusión y meta alcanzada, Amor en sus corazones y agradecimiento en sus labios.
Que no hay bueyes que se arrodillen, ni juerga, ni tambor, ni simpecado que empujar para que suban escalones, ni mucho menos coches de caballos, carretas de plata y simpecado en oros, ni bautizos en el vado del Quema. Solo postrarnos ante tu reja, un rezo, unas flores, mucha fe y perdón, Que no hay poderío, sino mucha fuerza que compartir con el más débil, con quien un pequeño esfuerzo un poco de animo le ayuda a salir de su atolladero, a tener la fuerza necesaria de que todo es posible.
Sumate al rosario de los bici-peregrinos, que vean que ella nos elige y llama a su vera, que nos enseña a no tener ciego el alma, que la aurora besa nuestra piel, al igual que cada mañana besa las paredes de su templo en la gloriosa mañana mariana de Pentecostés.
Que nosotros la hemos sentido y hemos mirado su cara en cada pedaleo, en cada compañero, que la hemos respirado en cada aroma fresco entre romero y jara.
Por eso te pido Señora, me sigas invitando a tu hermandad, que no son costaleros los que te llevan sino Ángeles que una vez más bajaron de tu altar, que en el camino nuestra respiración sonaba a su dulce cantar.
Que las cosas del camino no se pueden narrar, que el próximo año te animes no por lo que has leído en este articulo, ni por lo que te puedan contar: Amanecer un domingo junto a ella, ver su cara de dulzura al despertar, rezarle y llevarla junto a ti en tu bicicleta y devolverla como rocío fresco que te encargas de regar a su marismeño altar.
Con ello me sobra para poderte abrazar, para poderte dar gracias de que te hallas acordado de mi, a ti que en tantos amigos, vecinos, devotos, hermanos estas,
a ti Señora que tambien has sabido elegir quien pusiera en este peregrinar la primera pedaleá. Que nos has regalado la oportunidad de amanecer junto a la Señora en la Almazara y como Reina en las Marismas anochecer después. Nos has dado razón a los sones vivos de nuestros corazones, a pasar por caminos llenos de años de devoción y que no tocaron nuestros pies, y con un nudo en la garganta desde la puerta en silencio poderle gritar:
Yo quiero Volver, yo quiero Volver.
A ti Pepe Coto Troncoso. 29 Octubre 2009