Una vez sentí tu amor sobre mi trabajadera, y descubrí un mundo donde se unen por igual y por una misma fe, un puñado de personas que lo único que pretenden es llevarte sobre su cerviz, porque es la forma que tienen de quererte y de expresar su sentimiento cristiano. Desde aquella vez que sentí tu amor bajo una trabajadera, no he hecho otra cosa que ir aprendiendo, mejorando, estamos en los inicios del conocimiento costalero, aunque hay quienes piensan que ya lo saben todo. Y no comprenden que esto es un arte que esta en continua evolución, y que seguramente el día que nos vayamos a ver al padre eterno, nos iremos sin saber todo sobre este mundo , porque es un arte vivo, que se adapta a los tiempos, sin perder un ápice de su origen. Aprendí también, y se que alguna vez no lo fui, que el trabajo debajo de los pasos humilde, anónimo, y sin alardes vanos, es mas satisfactorio, que querer ser protagonista debajo de un paso, cosa que por cierto gusta mucho por estos lares, cuando, en realidad, una cuadrilla se compone de un equipo de personas que trabajan unidas por un mismo fin, y que uno solo por su cuenta nunca podrá levantarlo o llevarlo. Por eso, en la poca y corta experiencia que atesoro y gracias a conocer a grandes costaleros y grandes personas, he aprendido que lo mas importante de las cuadrillas es hacer un grupo de amigos, sin envidias ni comparaciones de unos con otros, porque todos tienen que tirar para arriba por igual. Hacer convivencia sincera, sin buscar protagonismos, porque los únicos protagonistas de esta historia son Jesús y Maria...
Existe un continuo conflicto, un debate entre los que prefieren hermanos costaleros, o quienes prefieren que el costalero solo sea eso costalero, aficionado o como quieran llamarle.
Yo quisiera desde estas lineas, romper en la medida de lo posible, con algunos de los estereotipos que envuelven nuestro mundo de abajo, sin por ello, menospreciar a ninguna de las dos partes, porque ambas son importantes.
Esta claro que lo ideal, sobre todo para las hermandades, es que el costalero, sea un verdadero Hermano Costalero, que colabora con la junta, que asiste a los cultos, que sea asiduo a la Casa Hermandad y le profese una gran devoción a la imagen o imagines de la Cofradía. Esta es la utopia del hermano costalero, que por desgracia se da en muy pocos casos. Y sino analícenlo en sus propias hermandades.
Por otro lado, existe otro tipo de costalero que es el caso mas común en nuestra ciudad, que podemos definir como Costalero-Hermano, aquel que sale en un paso, paga su cuota y no aparece por la Hermandad para nada o en muy pocas ocasiones, a este costalero en muchos casos se le ha denominado peyorativamente saca-pasos. Yo quería desde aquí romper una lanza, sin que sea mal interpretada, por esta figura costalera que tan valida es en nuestra Semana Santa. ¿Cuantos pasos dejarían de salir sino es por este tipo de costaleros?, muchos seguro.
Para mí el costalero aficionado, que en unos casos paga la cuota cuando le obligan y en otros sino le obligan no la paga, es valido, siempre y cuando no vaya de salvapasos, sino que se integre perfectamente en la cuadrilla, sin hacerse notar y buscar ningún tipo de protagonismo. Yo tengo la teoría que el costalero que es aficionado sea Hermano o se haga hermano para sacar el paso, asista a los cultos o no, colabore con la hermandad o no, le gusta lo que hace, por lo tanto se prepara su ropa a conciencia, está atento al capataz, está siempre aprendiendo, se concentra en el trabajo y es obediente, porque tiene claro su papel dentro de la cuadrilla, y nunca utiliza su fuerza como hermano o miembro de junta para influir en las decisiones sobre el paso y los compañeros. Yo conozco y trato con costaleros, que además de ser aficionados están muy vinculados a la Hermandad, y también los conozco que se hacen hermanos para poder sacar ese paso o esa imagen, y que supuestamente son menos devotos de las imágenes que portan. Todavía estoy buscando el criterio para medir el nivel de devoción de las personas. ¿Ustedes lo tienen?.
Pero como les iba diciendo, si existen estos dos tipos de costaleros, no seria más fácil en vez de centrar el debate en un enfrentamiento entre ambos, unir a los dos por una misma causa debajo de las trabajaderas, en una perfecta simbiosis, donde los limites siempre los marque el capataz, que es elegido por la junta de cada Hermandad, haciendo una misma cuadrilla unida por la misma fe, y que la devoción no sea la vara de medir quien es mejor o peor costalero. Porque una supuesta mayor devoción, no le da mas fuerza y mas técnica al que no la tiene, ni una supuesta menor devoción le resta fuerza y técnica al que la tiene.
Les puedo asegurar que con la convivencia de estas dos formas de sentir el costal, tanto los capataces, como las cuadrillas, como las Hermandades salen ganando.
En alguna de esas veces que los pasos ejercen esa fuerza hacia abajo que hacen disminuir considerablemente la distancia entre el suelo y la trabajadera, con una cantidad de kilos importante, como si todos los compañeros del relevo se hubieran subido de golpe en el paso. En esas ocasiones, porque existen situaciones duras debajo de los pasos, en esos momentos, nunca se me ocurrió preguntarle a mi compañero de al lado o de detrás, oye perdona, ¿tu le tienes mucha devoción a la imagen que llevamos?. Lo único que le pedíamos seguramente el y yo al de arriba, era que por favor nos diera fuerza para, por lo menos, poder ponernos rectos.
Por lo tanto creo en la unión de estas dos figuras del mundo de abajo en las cuadrillas, como también creo que es fundamental fomentar por parte de las Cofradías que estos costaleros sean mas activos y se integren en las Hermandades.
DEL PREGON DEL COSTALERO 2009. HERMANDAD DEL DESCENDIMIENTO.
Foto Celestino Begines
12 Febrero 2010